El juego de los bolos estuvo profundamente enraizado en toda Cataluña. Hoy en dia está en fase de recuperación. Tiene sus origenes en civilizaciones antiguas y diversas.
Pontós es un pequeño pueblo del Alto Empordan que se dedica a la agricultura y a la ganaderia. También le pertencen los barrios de La Pobla, el Castell, Mas Clos y el vecindario de Romanyà.